American Fiction: el talento y el conocimiento versus los fenómenos comerciales en el arte

Mario Xavier

19 de febrero de 2024

American Fiction, dirigida por el joven cineasta Cord Jefferson en su debut cinematográfico, es una de las películas que más atención han conseguido en la temporada de premios 2024. Adaptación de la novela Erasure de Percival Everett, la cinta es junto a Los que se Quedan, la segunda gran comedia dramática que aspira al más alto galardón del cine, por su incisiva sátira del mundo literario y enfoque en los aún vigentes prejuicios raciales.

El filme consiguió 5 nominaciones a los premios Oscar de la Academia: Mejor Película, Mejor Guion Adaptado, Mejor Banda Sonora, Mejor Actor (Jeffrey Wright) y Mejor Actor de Reparto (Sterling K. Brown), categorías a las que también aspiró en los Golden Globes y Critics Choice Awards. Además, su director y guionista Cord Jefferson, fue galardonado con el BAFTA 2024 a Mejor Guion Adaptado.

Ambientada en la actualidad, American Fiction es la historia de Thelonious «Monk» Ellison (Jeffrey Wright), un escritor y profesor universitario afroamericano frustrado que está luchando por seguir siendo relevante en el panorama literario, en constante cambio, especialmente gracias a la era tecnológica y los fenómenos comerciales de Wattpad. Sus editores, que alguna vez fueron un gran apoyo, ya no quieren saber nada de él, quien solo se ha refugiado en la academia pero sin ninguna pasión, salvo algún día escribir una novela digna de un premio Nobel. En medio de sus problemas profesionales y financieros, Monk se ve presionado a regresar a casa y cuidar de su madre enferma de Alzheimer, Agnes (Leslie Uggams), a cargo de su hermana Lisa (Tracee Ellis Ross) y la fiel ama de llaves de la familia, Lorraine (Myra Lucretia Taylor), a quienes no ha visto en más de una década.

Aunque tratando de adaptarse a una vida familiar a la que nunca estuvo acostumbrado, Monk continúa luchando por vender su último trabajo a un editor, luego de mucho tiempo de haber sido rechazado. Impulsado por la ardua tarea de publicar y la necesidad económica, Monk decide escribir una satírica y extravagante novela que siente que podría ser interesante dentro de los estereotipados «libros de negros» que tanto le exigen sus editores, a la que titula «My Pafology» (y, más tarde rebautiza, como Fuck), bajo el seudónimo de Stagg R. Leigh, un criminal fugitivo en actividad. El manuscrito es aceptado por su agente y recibe una inmensa atención por parte de una prestigiosa editorial que busca publicar a este «genio» anónimo, así como el interés de un director de cine en Hollywood, muy entusiasta por ganar dinero y elogios.

Tras soportar una pérdida familiar inesperada y sentirse cada vez más necesitado de dinero para costear el tratamiento de su madre, Monk acepta a regañadientes la publicación de su novela, replicando una fórmula que, según notó, ha funcionado con escritores a los que considera «frívolos» y «comerciales», como Sintara Golden (Issa Rae), la autora «del momento» entre los jóvenes. Para su sorpresa, y en contra de sus valores morales y contradiciendo lo que aprendió en el mundo académico, el libro se convierte en una obra con enorme éxito de ventas.

Paralelamente, Monk (cuya verdadera identidad como autor de Fuck, se desconoce) es invitado a ser parte del jurado oficial de los Literary Awards, el más importante galardón para escritores estadounidenses, en que para su indignación y absoluta frustración, su alter ego Stagg R. Leigh es nominado e incluso elogiado por varios de sus colegas, quienes ven en él a un autor realista que merece ganar el premio por su crudo «lenguaje de alcantarilla» que destruye, por completo, a los típicos arrogantes académicos.

La película es una exploración reflexiva y dura, de las condiciones bajo las cuales el trabajo de Monk se considera deseable y comercializable. También profundiza en los demonios personales que le impiden avanzar en su propia historia, especialmente cuando se suman en el camino, una relación sentimental conflictiva y el tener que cuidar a su hermano menor, Cliff (Sterling K. Brown), quien acaba de ser expulsado del hogar familiar por su esposa e hijos, tras ser hallado en la cama con un hombre y posteriormente haber caído en el alcohol y las drogas. Sterling K. Brown ofrece una actuación enérgica y conmovedora como Cliff, entre la imprudencia, la comedia y la obscenidad que tanto contrastan con la seriedad de Monk.

Jeffrey Wright, por su parte, también merece todos los reconocimientos posibles por su rol como un escritor comprometido con la literatura, pero que debe ceder con el dilema de haber publicado un libro claramente humorístico y, ante sus ojos, vulgar; todo esto, mientras enfrenta grandes problemas personales. En palabras del mismo director Cord Jefferson, Wright conectó con el personaje de Monk Ellison, precisamente por su alto sentido de la responsabilidad, pero también por su capacidad para divertirse en el proceso, lo que. contribuyó a la autenticidad de la película y profundidad del personaje.

Finalmente, Cord Jefferson en su debut directorial, ha entrado pisando fuerte a Hollywood en su transición de la televisión al cine, destacando su adaptación de una historia que habla de racismo sin que esto se perciba como una propaganda explícita. También utiliza la cámara eficazmente para resaltar la dualidad entre las personalidades pública y privada de Monk, incluso permitiéndose jugar con los personajes de la novela de Stagg R. Leigh cobrando vida mientras su autor imagina cada escena. Los planos a menudo se detienen en Monk y permiten a Jeffrey Wright lucirse con intensidad, en sus instantes de soledad frente a aquellas escenas en las que aparece frente al público.

El uso del simbolismo visual también es uno de los aspectos más destacables de la dirección de Jefferson para subrayar temas de identidad, con un Monk inspirado, emocionado y hasta indignado, cada vez que siente que la raza sigue siendo un factor de segregación, aún en tiempos modernos

American Fiction es una comedia inteligente que vale la pena ser vista, porque logra hacernos reír, conmover, indignarnos y por sobretodo, pensar. Es una crítica punzante de las presiones que enfrentan las mentes creativas que se han preparado toda la vida para ser protagonistas de un gran logro artístico, pero que encuentran en el «sistema», un sinfín de barreras en que se prioriza aquello que vende más. La película es además, una descripción realista de la dinámica compleja de una familia dividida por los rechazos, la envidia y rencores, pero que se ven presionados a unirse de nuevo ante tragedias inesperadas. Un filme ideal para la reflexión, pero mucho más para la introspección.

¿Es American Fiction una sátira sobre la literatura y el racismo, o crees que cae en la misma trampa de su título?

Mario Xavier

Editor y redactor en Colapso Views. Comunicador social con experiencia en medios impresos, agencias de publicidad digital, asesoría política y docencia universitaria.
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