The Holdovers, dirigida por el oscarizado cineasta Alexander Payne, es tanto un viaje por la nostalgia navideña, como un profundo entendimiento del espíritu humano ante la soledad. Ambientada en 1970, en el prestigioso internado Barton, la historia gira en torno a Paul Hunham, un estricto profesor de historia clásica, interpretado por Paul Giamatti en su papel más celebrado hasta la fecha. Los estudiantes y el personal detestan a Hunham, debido a su naturaleza inflexible, pero cuando llegan las vacaciones de navidad, es asignado a supervisar a cinco estudiantes que no pudieron regresar a casa; es allí, cuando el rígido profesional se debilita y empezamos a conocer realmente al ser humano.
La película, a más de haber sido un éxito en taquilla y parte del Top 10 entre los mejores filmes del 2023 de acuerdo con el American Film Institute, hoy compite por los más prestigiosos galardones del cine especialmente en los Oscar a Mejor Película, Mejor Guion Original, Mejor Edición, Mejor Actriz de Reparto (Da’Vine Joy Randolph) y Mejor Actor, donde Paul Giamatti ofrece la actuación más compleja de su extensa carrera, lo que ya le otorgó un Globo de Oro al Mejor Actor de Comedia y el Critics Choice Award a Mejor Actor por su interpretación de Paul Hunham, un hombre que usa su poder limitado de manera agresiva, lo que lo ha dejado con pocos amigos, convirtiéndolo en un ser frustrado y amargado consigo mismo. La transformación que el personaje vive a lo largo de la película, precisamente por entender a los demás por primera y única vez, de un maestro severo y desagradable a una figura más comprensiva, es un testimonio de la capacidad que el mismo Giamatti posee como actor para cómodamente incursionar en comedia y drama, mientras transmite emociones complejas.
El segundo personaje clave es Mary Lamb (Da’Vine Joy Randolph), la cocinera principal del colegio, quien acaba de perder a su hijo, un ex estudiante de Barton, en la guerra de Vietnam, por lo que decide pasar la Navidad en su sitio de trabajo. Mary es retratada con una fuerza silenciosa y una emoción verdaderamente conmovedora, hallando consuelo en el lugar donde vio por última vez a su hijo. La interpretación de Da’Vine Joy Randolph, quien ganó el Globo de Oro y Critics Choice Award a Mejor Actriz Secundaria añade gran profundidad a la película, alejándose de los guiños cómicos, y explorando el dolor del duelo y la sanación del espíritu.
Finalmente, el trío protagónico lo cierra Angus Tully (interpretado por Dominic Sessa, la gran sorpresa de la película), un joven brillante pero inmensamente indisciplinado, que se suponía que iría de vacaciones a la isla caribeña de Saint Kitts con su madre, quien acaba de casarse por segunda vez y decidió sorpresivamente priorizar su luna de miel, dejando a Angus en el internado. Esto lleva al joven, a unirse a un corto grupo de estudiantes que ha quedado bajo la supervisión de Paul Hunham.
Seis días después, los estudiantes son invitados por el rico padre de uno de ellos a un viaje de esquí en las montañas, donde recibirán la navidad y el año nuevo 1971; todos reciben la autorización telefónica de sus padres, menos Angus, cuya madre no puede ser localizada. Por tal razón, Hunham, Mary y Angus terminan pasando el feriado juntos en el internado, donde influyen mutuamente uno a otro de manera reconfortante y genuina. Es aquí cuando el guion de David Hemingson cobra fuerza y explora los giros que dan nuestras vidas, cuando un extraño generoso puede llevarnos en una nueva dirección.
A pesar de las fricciones iniciales entre el profesor, la cocinera y el estudiante, eventualmente se forma un vínculo del que emerge una reacia figura paterna por parte de Hunham, se reactiva el espíritu materno de Mary y entendemos las inseguridades de Angus, que él oculta mostrándose agresivo. La película retrata cómo tres personajes radicalmente distintos, luchan juntos por combatir a la soledad y el duelo, evitando temporalmente las dinámicas de poder y enfrentando la vida en las mismas condiciones de vulnerabilidad, en que inclusive se atreven a violar la «irrompible» regla de no abandonar las instalaciones del internado y acuden juntos a una fiesta, así como a un viaje a Boston, donde Mary desea visitar a su hermana menor que acaba de tener un hijo, y Angus se ve motivado con la posibilidad de volver a ver a su padre, con quien ha estado distanciado por varios años.
La dirección de Payne, una vez más, posee un gran ojo para los detalles y halla su mérito máximo en el diseño de producción, pues desde los créditos iniciales de la película hasta la granulación y colorización de la imagen, somos trasladados en el tiempo hasta 1970; eso, sin contar, las múltiples referencias que vemos mediante símbolos objetuales como un televisor que sirve como único acompañante y distractor de estos personajes depresivos. Payne evita con éxito, el peligro de burlarse de los personajes o ridiculizarlos y, en su lugar, los presenta con empatía y calidez, sin dejar de lado orgánicas escenas de risa. A pesar de todo, puede que Los que se Quedan se confíe en algunos clichés típicos de las películas que buscan exaltar el rol de los maestros, particularmente en el tramo final del filme, por lo que, aunque Payne logra transmitirnos grandes lecciones de vida, la previsibilidad del último giro puede decepcionar un poco.
The Holdovers equilibra con expertise el humor y la tragedia familiar. Con actuaciones dignas de todo reconocimiento por parte del trío protagónico, no sorprende que la película sea parte de las nominaciones al Oscar a Mejor Película, Mejor Actor y Mejor Actriz de Reparto en la temporada de premios 2024. Es de trama sencilla y apta para todos, pero con personajes de una complejidad tan humana que nos permite empatizar con facilidad. Los que se Quedan es también un homenaje al rol de los profesores una vez que las clases se han acabado, una historia que resalta permanentemente la imprevisibilidad de la vida y cuánto se ajustan las dinámicas de poder ante la soledad, así como el bien que un par de extraños bienintencionados pueden hacernos, si tan solo decidimos abrir nuestra mente y corazón.
¿Qué tan valiosa es la influencia de los profesores en las vidas de sus estudiantes, ante el duelo y la soledad?
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