Yellowstone no es una típica historia de vaqueros e indios; los verdaderos “villanos” son las grandes corporaciones que quieren hacer uso de tierras que no les pertenecen, para construir casinos, centros comerciales, hoteles y hasta aeropuertos. Es allí donde conocemos a John Dutton (Kevin Costner), un empresario ganadero, propietario del rancho que da a la serie su nombre, en el estado de Montana y de tierras tan extensas y de «estratégica» ubicación como Staten Island, ambicionadas tanto por sus adversarios capitalistas como por los líderes ancestrales que también anhelan recuperarlas, aunque estos últimos sin recurrir a la violencia.
A más de las permanentes disputas territoriales, Yellowstone es una historia sobre enemistades familiares y ansias de poder frente al patriarcado de John, cuyas “víctimas” principales son sus tres hijos: Jamie (Wes Bentley), un ambicioso abogado que a como dé lugar buscará llegar a un cargo público aunque aquello le cueste una permanente enemistad con su padre; Beth (Kelly Reilly), una atractiva y despiadada mujer de negocios, de temperamento difícil con quien se cruce en su camino, y finalmente Kayce (Luke Grimes), el menor y el más alejado, especialmente desde que se casó y tuvo un hijo con una mujer indígena comanche que permanentemente cuestiona los métodos con los que su familia llegó a alcanzar prosperidad económica.
Tanto familiares como rivales corporativos, ecologistas y nativos americanos buscarán apropiarse del imperio que John protege como legado y herencia de los Dutton por varias generaciones. Es más, la temporada 3 cerró con un sangriento enfrentamiento en el que casi todos los miembros de la familia fueron atacados de muerte; claro está que, harán falta más de un millón balas y bombas para matar a John y a sus hijos, retomándose la cuarta temporada con todos demostrando su poder sin ninguna clase de piedad.
John se posiciona como una especie de “Padrino” en el oeste moderno al que todos tendrán que recurrir si desean sobrevivir ilesos en esas tierras tan disputadas. Por un lado, se forjan nuevas alianzas con políticos y en la cuarta temporada, vemos cómo el mismo John decide enrumbarse en una campaña electoral con tal de demostrar a todos y especialmente a su hijo Jamie que él es el jefe imbatible.
La serie enfatiza muchísimo en el trabajo de campo, siendo esta la parte en que el argumento central se desvía y empieza a flaquear; si bien, por una parte se quiere mostrar cómo se doma, ensilla y entrena a los caballos, por otro se otorga demasiado tiempo a las vivencias de los jinetes del rancho, liderados por el leal Rip (Cole Hauser), pareja de Beth, capataz y mano derecha de John. En esta etapa más reciente, cobra especial relevancia Jimmy Hurdstram (Jefferson White), quien tras un accidente casi mortal sufrido al final de la temporada 3, logra recuperarse con terapia física aunque mentalmente se vea imposibilitado de retomar el trabajo duro, cuestionándose a sí mismo y a los agresivos métodos y estilos de vida de los vaqueros.
Es por esto que John lo envía al rancho 6666, iniciando así una larga introducción al próximo universo temático del ya anunciado spin-off de la serie con Jimmy como protagonista, quien tras varios episodios, retorna triunfalmente a Yellowstone pero para despedirse y cerrar un ciclo, pues ha encontrado el amor y finalmente entendido que ser vaquero es mucho más que montar a caballo y arrear ganado.
En la temporada 4 también vemos, por primera vez, a una Beth vulnerable, quien conoce a Carter (Finn Little), un adolescente que le revela que su padre está muriendo tras complicaciones por adicción a la heroína. Beth siente afinidad y lo acompaña hasta el final, decidiendo posteriormente llevarlo a su casa y obtener algo de paz, haciendo algo bueno por él, al ofrecerle un techo donde vivir. Se revela que el más grande deseo de Beth sigue siendo convertirse en madre, pero fue despojada de esa oportunidad en la adolescencia; Carter necesita de orientación y poco a poco se convierte en un miembro más de la pequeña familia que Beth ha decidido iniciar con Rip, así como otro nieto para John.
Yellowstone ha alcanzado tanto éxito que, aparte del ‘abrebocas’ al spin-off moderno 6666, también se presentó en el estreno de la cuarta temporada un breve fragmento de la precuela 1883 (estrenada el 19 de diciembre de 2021 también por Paramount+), basada en las vivencias de James Dutton (Tim McGraw) y sus hijos, quienes se establecieron en las tierras cuya preservación tanto procura John, su bisnieto en el siglo XXI. Así también, en febrero de 2022 ante la renovación de Yellowstone para una quinta temporada, se ha anunciado a la serie 1923 como una propuesta que narrará cómo otra generación de la familia Dutton enfrentó procesos de crisis como la Expansión Occidental y Gran Depresión.
Una de las más grandes “preocupaciones” del creador y director Taylor Sheridan ante Yellowstone era que se convierta en una serie exclusiva para críticos o académicos, imposibilitada de agradar al espectador común. Sin embargo terminó demostrándose, con creces, que el director es todo un maestro del género western, con el que ya había trabajado en filmes como Hell or High Water, Wind River y Sicario; se le dan bien diálogos profundos en medio de los conflictos que afectan a la parte rural de los Estados Unidos.
Quedan así, sentadas las bases de un universo extendido que promete conectarse con frecuencia y entender las complejidades de un entorno que progresivamente ha agregado otros desafíos que van tomando fuerza como la explotación de recursos naturales y vulneración de derechos de los nativos americanos. Sin embargo, quien nos importa es siempre John, como aquel terco representante de un estilo de vida clásico que se rehúsa a aceptar al mundo moderno, teniendo que recurrir habitualmente a los crueles juegos de los mafiosos adinerados y políticos que procuran que su vida esté siempre en peligro.
¿Crees que Yellowstone es una digna representante del western moderno?
Temporadas: 4
Creador: Taylor Sheridan
Duración por capítulo: 45 – 90 minutos
Transmisión: Paramount+
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