Bodies fue la miniserie de Netflix más transgresora del 2023, aunque lamentablemente eclipsada por proyectos más comerciales del gigante de streaming. La historia se embarca en la investigación exhaustiva de un asesinato misterioso que abarca cuatro líneas temporales en la ciudad de Londres (1890, 1941, 2023 y 2053) Es una adaptación de la obra homónima de Si Spencer, publicada por DC Cómics en 2014 y su argumento nos proporciona una combinación poco frecuente de géneros, que alternan entre el drama de época, cine negro, thriller psicológico, futurismo y ciencia ficción, según el contexto que se nos presente.
La narrativa se centra en cuatro detectives: Alfred Hillinghead (1890), Karl Weissman (1941), Shahara Hasan (2023) e Iris Maplewood (2053), interpretados por Kyle Soller, Jacob Fortune-Lloyd, Amaka Okafor y Shira Haas respectivamente, quienes investigan un mismo caso: sorpresivamente han encontrado el cadáver de un hombre de identidad desconocida (Tom Mothersdale), con una herida de bala en un ojo y un extraño tatuaje en la muñeca. A esto, se suma la presencia de otro hombre que se verá involucrado en el conflicto, apareciendo en todas las épocas con identidades diferentes.
A medida que se desarrolla la trama, los cuatro detectives descubren que sus casos no solo están conectados por la misma víctima, sino también por una conspiración que se extiende a lo largo de siglos y amenaza con alterar el curso de la historia. Cuando Shahara e Iris, las detectives del futuro, descubren que sucesos similares ocurrieron en el pasado y han afectado sus líneas temporales, haciendo al mundo mucho más complejo y misterioso de lo que parece, y además que las vidas de los policías de los siglos anteriores no precisamente terminaron de la mejor manera, comienzan a idear formas para comunicarse con ellos a través del tiempo, con tal de hallar la verdad detrás de todo.
Shahara (2023) es la que más se obsesiona con el caso, y está decidida a descubrir la identidad del cuerpo y su conexión con Elias Mannix (Stephen Graham), el hombre que es visto en todas las líneas temporales durante el hallazgo del cuerpo. Por otro lado, en 2053 Gran Bretaña está siendo gobernada por una junta distópica llamada “El Ejecutivo”, dirigida por el mismísimo Elias Mannix, quien 30 años después tomó el poder tras la devastadora detonación de una bomba, que casualmente ocurrió en 2023. Cuando Mannix se entera de que el cadáver también ha aparecido en 2053, bloquea a Maplewood inmediatamente de la investigación, tan solo despertando en ella la curiosidad por el caso y llevándola a involucrarse mediante la vía ilegal.
En el siglo XIX, Alfred Hillinghead es un dedicado oficial de policía de 1890 que lucha con una vida familiar llena de farsas, mientras descubre que en una de las fotografías del hallazgo del cuerpo tomadas por el periodista Henry Ashe (George Parker), se ve el reflejo de un hombre escondido tras una ventana cercana. El jefe de la policía se asusta al reconocer al hombre y le advierte que cierre el caso, pero sin atreverse a quemar la foto. Hillinghead, ayudado por Ashe, comienza a investigar a fondo de manera extraoficial, descubriendo que el hombre de la foto es un millonario hombre de negocios, Sir Julian Harker, quien no es otro más que el mismo Elias Mannix.
Por su parte, Karl Weissman en 1941, divide su vida entre aventuras amorosas y las actividades ilegales que realiza para una misteriosa organización que le envía órdenes por teléfono, y que ahora busca a toda costa sabotear la misma investigación, razón por la que le han ordenado deshacerse del cadáver que ha aparecido. Mientras sus superiores sospechan de que es un corrupto, una niña ve a Weissman tratando de ocultar el cuerpo y comienza a chantajearlo con dinero, como condición para no exponerlo públicamente.
Cadáveres no es una serie que destaque por sus cualidades emocionales, pero sí nos proporciona protagonistas altamente defectuosos e imperfectos, sin confiar en el arquetipo de los policías vistos como figuras heroicas. Es también una dosis satisfactoria de suspenso, intriga y ciencia ficción que no cae en la exageración, pese a que su realización se haya inspirado en otras series como Dark o 1899, también proyectos de Netflix.
Bodies se siente como los dramas de ficción que solíamos ver en los 90s, con una idea de alto concepto que va a su favor a medida que las evidencias surgen, y las pistas se van descubriendo. La serie jamás se detiene en lo que quiere lograr, y consigue una armonía entre lo entretenido y lo complejo, pues la narrativa es tan audaz que requiere de la total atención del espectador para una completa comprensión.
El diseño de producción es todo un espectáculo visual, al recrear los cuatro diferentes escenarios de cada época, empleando una paleta de colores y cinematografía distinta para contrastar al oscuro 1890, el arenoso 1941 en plena II Guerra Mundial, el actual 2023 que ahora es oficialmente parte del pasado y el distópico 2053, que si bien es futurista, no exagera con los artilugios tecnológicos. La banda sonora de Jon Opstad es también un complemento muy valorado, especialmente cada vez que realza el estado de ánimo de los protagonistas y la tensión que se vive en escena y que experimentamos con cada detective cuando se ve amenazado.
Explorando temáticas como la identidad, la memoria, la moralidad, el destino y el libre albedrío, así como las cuestiones sociales y políticas de cada época, el concepto central de Cadáveres es la codicia y cómo esta puede afectar al destino de otros en tiempo y espacio. A medida que progresan los episodios, la serie también juega con la posibilidad de realizar viajes en el tiempo y las paradojas que esto representa, creando una trama que resulta lo más parecido a un rompecabezas que mantiene a los espectadores participando activamente.
Es una inmersión profunda y acogedora, ideal para cerrar un año e iniciar otro. Pese a su laborioso montaje, la representación de los períodos históricos es tan convincente que evita al espectador complicarse demasiado y simplemente le permite disfrutar la narrativa por las decisiones moralmente cuestionables de los protagonistas.
Bodies es una serie recomendada para los fanáticos del thriller criminal y la ciencia ficción, así como para aquellos que disfrutan de historias que desafíen las convenciones típicas de los viajes en el tiempo. Estamos, incuestionablemente, frente a un ambicioso proyecto que aunque en su final parecería haber cerrado todos los cabos sueltos, nos deja a todos con ganas de ver más.
¿Qué pensarías si te enteras que el cadáver de una misma persona apareció simultáneamente en épocas distintas?
Temporadas: 1 (8 capítulos)
Creador: Paul Tomalin
Duración por episodio: 45-60 minutos
Transmisión: Netflix
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