Los Asesinos de la Luna: el crudo retrato de la ambición petrolera, en un matrimonio arreglado

Mario Xavier

16 de enero de 2024

Killers of the Flower Moon, dirigida por el legendario cineasta Martin Scorsese, fue el drama criminal histórico más profundo del 2023, llevándonos a revivir un capítulo brutal y, a menudo, pasado por alto en la historia de los Estados Unidos: los asesinatos del pueblo Osage en el estado de Oklahoma, entre 1920 y 1931. La película está basada en hechos de la vida real, pero se adaptó de la novela homónima de David Grann (2019); además cuenta con un reparto de actores que lucha por alcanzar los máximos galardones a las interpretaciones destacadas del año: los “oscarizados” Leonardo DiCaprio y Robert De Niro, así como la gran revelación del momento, Lily Gladstone, ganadora al Globo de Oro a Mejor Actriz Dramática por su papel en el filme.

La película se centra en Mollie Kyle (Lily Gladstone) y Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio) Ernest es el sobrino despistado de William “the King” Hale (Robert De Niro), un implacable empresario ganadero, quien lo persuade a contraer matrimonio con Mollie, una indígena nativa americana de la tribu Osage, únicamente para aprovecharse de los beneficios económicos y el estatus que les puede proporcionar la familia de esta, quienes se convirtieron en millonarios tras el hallazgo de yacimientos petroleros en sus tierras.

Si bien la película se narra mayormente desde la torpe e ingenua perspectiva de Ernest, personaje cuyas decisiones cuestionamos entre la sospecha de una posible discapacidad intelectual o simple ambición, también exploramos el viaje personal de Mollie, quien es el verdadero corazón del filme. La vemos inicialmente como una inocente joven que se enamora de un Ernest recién llegado de la guerra y al que emplea como taxista, pues la traslada permanentemente a distintos destinos por todo el pueblo. Pese a las advertencias de sus hermanas y su madre, quienes tiempo después fallecen de forma misteriosa, repentina y violenta, Mollie y Ernest contraen matrimonio y procrean tres hijos. 

La interpretación de Lily Gladstone es un viaje emocional por sí solo, pues la vemos transformarse en diversas etapas e incluso atestiguamos su deterioro físico, dado que Mollie sufre de diabetes y Ernest, una vez más manipulado por William, busca a toda costa la muerte de su esposa mediante el envenenamiento de las dosis de insulina que ella debe recibir diariamente por vía intravenosa.

Otro de los puntos fuertes de la película reside en su detallada descripción de la investigación policial en torno al caso. Los asesinatos de Osage se convierten, tras petición directa de Mollie en un breve viaje a Washington al presidente Calvin Coolidge, en una de las primeras indagaciones de asesinato iniciadas por el FBI, que entonces se llamaba Oficina de Inteligencia. En principio, el estado de Oklahoma envía a un agente para recolectar evidencia, pero este también termina asesinado por órdenes de “The King” Hale; el caso finalmente es asumido por el oficial Tom White (Jesse Plemons), perteneciente al Departamento de Investigaciones. Scorsese no se censura en ningún momento para enfatizar en la corrupción sistémica y los prejuicios que obstaculizan la justicia en el pueblo Osage, especialmente por influencia de los Hale. 

Los Asesinos de la Luna es mucho más que un recuento del reinado de terror que enfrentó a hombres blancos ansiosos de poder, con los nativos Osage, quienes se convirtieron en los más ricos de Estados Unidos gracias al petróleo. La película también es una crítica al comportamiento criminal de quienes aún hoy, continúan explotando y oprimiendo a las tribus indígenas en todo el mundo; de esta forma, Martin Scorsese desafía el concepto popular de Occidente, visto de manera heroica, exponiendo la codicia, la corrupción y el borrado cultural que impulsaron quienes se apropiaron de tierras, por sus ansias de explotar el “oro negro”.

A pesar de su extensa duración de 3 horas y 15 minutos, la película logra mantener su impulso, culminando con el arresto de Ernest Burkhart y su tío William, ya para el tramo final. Scorsese despoja a este clímax de cualquier gloria o drama, revelando la naturaleza miserable de los principales conspiradores de los asesinatos. Mollie, por su parte, también logra descubrir la horrible verdad sobre la participación de su marido en los asesinatos y sus fallidos intentos por matarla a ella misma, cruel y lentamente. Tras perder a su hija menor de una enfermedad repentina, Ernest completamente desconsolado, decide confesar su culpabilidad en los asesinatos y exponer el rol intelectual de su tío, así como el envenenamiento a Mollie. Esta revelación lleva a los Hale a prisión y a Mollie, a divorciarse de Ernest.

El gran poder de esta historia reside en los diversos puntos de vista que enriquecen la totalidad de la narración. Scorsese pregunta tácitamente quién podrá contar la historia de los asesinatos de Osage y por qué su historia sigue siendo importante; es más, el mismo director hace un llamado a la audiencia para que vea y recuerde los crímenes de Osage y a sus víctimas a través de un conmovedor cameo, en el que personalmente lee el obituario de la verdadera Mollie Burkhart y enfatiza en la importancia de recordar siempre aquellos oscuros capítulos de la historia moderna, para no volver a repetirlos.

Con un estreno limitado y actualmente disponible para todos en Apple TV, la nueva obra del consagrado Scorsese buscó desde su lanzamiento en octubre de 2023, atraer la atención para la temporada de premios 2024, y lo ha conseguido exitosamente con siete y doce nominaciones a los Globos de Oro y Critics Choice Awards, respectivamente. Estamos indiscutiblemente frente a una fuerte candidata a Mejor Película, disputando ese primer lugar muy de cerca a Oppenheimer de Christopher Nolan.

Killers of the Flower Moon no es solo una película local, sino una obra de alcance global; un comentario de protesta que expone un capítulo olvidado de la historia estadounidense, así como una crítica a la corrupción y un testimonio de la resistencia de los nativos Osage. Su profundidad y autenticidad, la convierten en una película que merece verse, sin importar su larga duración o cuán fanáticos seamos de los dramas históricos y los crímenes reales. Con esta producción, Martin Scorsese solidifica su inmortalidad en la historia del cine mientras nos recuerda por qué la violencia no debe ser jamás una vía para conseguir lo que sea que se desee en esta vida.  

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Mario Xavier

Editor y redactor en Colapso Views. Comunicador social con experiencia en medios impresos, agencias de publicidad digital, asesoría política y docencia universitaria.
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