Club de Medianoche: cuentos de terror para aceptar la muerte

Mario Xavier

31 de octubre de 2022

Por cuarto año consecutivo en Halloween, el director Mike Flanagan estrena en Netflix una nueva serie que nos inserta en narrativas de terror equilibradamente fusionadas con los dos sentimientos más básicos de la existencia humana: felicidad y dolor. Tras sus tres éxitos previos «La maldición de Hill House», «La maldición de la Mansión Bly» y «Misa de Medianoche», ahora apuesta por su producción más filosófica y emotiva con «Club de Medianoche», adaptación de la novela de Christopher Pike (1994) y primera producción que dirige para público adolescente.

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Ilonka (Iman Benson) es una joven que acaba de terminar el colegio y se prepara para ir a la Universidad de Stanford hasta que la diagnostican con un cáncer que trunca sus planes tras largas, destructivas e inservibles quimioterapias, pues pronto es desahuciada, lo que la obsesiona con investigar formas alternativas para curarse hasta encontrarse con el caso de Julia Jayne, una paciente que tras asilarse en el Instituto Brightcliffe, una casa de cuidados paliativos para adolescentes con enfermedades terminales, logró salir completamente sana.

Es así que Ilonka pide a su padre ser internada en el lugar, donde conoce a Kevin (Igby Rigney), Spence (Chris Sumpter), Amesh (Sauriyan Sapkota), Sandra (Annarah Cymone), Cheri (Adia), Anya (Ruth Codd) y Natsuki (Aya Furukawa), todos pacientes de algún tipo de cáncer e incluso uno de ellos con SIDA, quienes han aceptado vivir sus últimos días sin tratamientos médicos, haciéndose compañía con un pasatiempo fundamental: contarse cuentos de terror todos los días a la medianoche alrededor de una mesa y bebiendo vino, conformando un club que es el que da su nombre a la serie y compartiendo historias que, en algunas ocasiones, son remembranzas de sus propias vidas.

La premisa existencial que plantea Flanagan es durísima: siete de los ocho jóvenes protagonistas han aceptado a la muerte como parte de su futuro inmediato y tan solo desean vivir un poco de locura adolescente mientras se aproxima el final; todo esto ocurre simultáneamente con Ilonka planteando misterios que tendrán que resolver, pues en su investigación conoce a Shasta (Samantha Sloyan), una misteriosa mujer que forma parte de un culto religioso que cree que el asilo se construyó en un antiguo sitio de sanación, en el que a medida que se desarrollan los eventos de la serie, los chicos comienzan a sentir presencias sobrenaturales y ver sombras o fantasmas que los persiguen.

El asilo es administrado por la doctora Georgina Stanton (Heather Langenkamp, recordada por protagonizar junto a Johnny Depp la primera película de Pesadilla en la Calle Elm) quien asiste a los adolescentes con terapias psicológicas grupales que mayormente consisten en entrenarlos a «poner buena cara» los días en que son visitados por sus inconsolables familiares. Ilonka desconfía de Stanton y cree que la mujer conoce y oculta la verdad en torno a los fenómenos sobrenaturales en el hospicio que eventualmente podrían salvarle la vida a ella y a sus nuevos amigos.

Cada capítulo, de casi una hora de duración, se concentra en los descubrimientos de Ilonka y en un cuento narrado por cada personaje. El mensaje central y propósito máximo del director Flanagan es  «entender la necesidad de contar historias de ficción para tratar de procesar al mundo real, especialmente en los momentos de mayor desesperación.» Todos los chicos eventualmente comienzan a esperanzarse con las teorías sobrenaturales de Ilonka porque lo «natural» ya los ha perjudicado demasiado, por lo que las historias se inspiran en sus sentimientos más profundos y  traumas, los cuales revelan a los espectadores mucho más sobre el personaje de turno que se encuentra relatando, permitiendo entender sus motivaciones, sin caer en la cursilería o sentimentalismos innecesarios.

A diferencia de las series anteriores de Flanagan, en que como espectadores nos «preocupábamos» por los destinos de los personajes durante y después de lo que veíamos en pantalla, Club de Medianoche posee protagonistas que tienen asegurada su pronta muerte y que tan pronto como culminan sus historias de miedo, van debilitándose física, espiritual y mentalmente.

La serie va más allá de imágenes aterrorizadoras (aunque obtuvo un Récord Guinness por la mayor cantidad de sustos en guion por un solo episodio; específicamente 21, en su capítulo piloto) y provoca el miedo a perder a los personajes con los que el público empieza a encariñarse, quienes a pesar de las circunstancias, no se muestran pesimistas, no tienen miedo a reírse de sí mismos ni tampoco a expresarse amor y sobreprotección en el corto tiempo que les queda; aun así, albergan esperanzas en Ilonka: no de manera fatalista como hacemos las personas sanas sino en un estado de pureza espiritual absoluta. No buscan vivir, sino descubrir si existe «algo» más allá de la muerte.  

El acierto más grande de la producción son los jóvenes actores que encarnan a estos personajes desbordantes de carisma, pese a su condición de enfermedad. Todos los intérpretes (entre ellos Igby Rigney y Annarah Cymone, previos colaboradores de Mike Flanagan en «Misa de Medianoche») logran, con creces, transmitir felicidad, tristeza y genialidad, especialmente Ruth Codd, quien debuta en la actuación tras darse a conocer como influencer de TikTok. El desatino al que se enfrentará el público es que los cuentos de terror, a veces, abarcan tanto tiempo en pantalla que logran eclipsar los misterios presentes dentro del mismo hospicio Brightcliffe, sin encontrarnos frente a una producción que concluya definitivamente pues la historia finaliza con un cliffhanger que, a diferencia de los trabajos previos del director en Netflix, da luz verde a una continuación que ojalá, no opaque lo que hemos visto hasta ahora.

No ha existido confirmación para una segunda temporada hasta el momento, pero para 2023 sí tendremos de las manos del cineasta, una prometedora adaptación del cuento de Edgar Allan Poe The Fall of the House of Usher en la que se reunirá en el elenco a la mayoría de actores que han colaborado en sus series anteriores. Club de Medianoche, por el momento, podría ser el menos popular de los trabajos de Mike Flanagan, pero sí se ha ganado a un público joven que busca entender cómo aceptar que en algún momento habremos de lidiar con la muerte, mientras trataremos de relatar nuestra historia con una copa de vino a nuestro lado, y brindando:

Por los de antes, por los que vienen después. Por nosotros ahora y por los que están más allá.

¿Es necesaria la ficción antes que la realidad, en situaciones de adversidad?

Capítulos: 10

Creador: Mike Flanagan

Duración por episodio: 60 minutos

Transmisión: Netflix

Mario Xavier

Editor y redactor en Colapso Views. Comunicador social con experiencia en medios impresos, agencias de publicidad digital, asesoría política y docencia universitaria.
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