Poor Things, película de ficción del excéntrico y controversial director griego Yorgos Lanthimos, es un viaje incómodo y cautivador del viaje de una mujer «resucitada» hacia el autodescubrimiento y la libertad que únicamente nos proporciona el conocimiento.

El éxito de la película ha sido tan grande que, tras su estreno en el 80º Festival de Cine de Venecia, donde ganó el León de Oro, fue nombrada una de las 10 mejores películas de 2023 por la National Board of Review y recibió 11 nominaciones tanto para la 77º edición de los BAFTA y la 96.ª entrega de los Oscar de la Academia, incluyendo las categorías de Mejor Película, Mejor Director, Mejor Guion Adaptado y Mejor Actriz, galardón que la gran Emma Stone aspira llevarse a casa por segunda vez.
La película se centra en Bella Baxter (Emma Stone), una joven del Londres victoriano que es resucitada por un científico tras su suicidio. La narrativa en su totalidad, es un comentario profundo sobre la exploración de la autonomía de la mujer. La resurrección de Bella y sus posteriores descubrimientos sirven como una metáfora de la lucha de las mujeres por afirmar su independencia en una sociedad que históricamente ha buscado controlarlas. Este tema está resumido en el personaje protagónico, quien, a pesar de ser permanentemente manipulada por los hombres que la rodean, lucha por descubrir su verdadero yo, aunque sin darse cuenta.
El científico Godwin Baxter (Willem Dafoe) es el responsable de reemplazar el cerebro de Bella con el de un feto por nacer, dándole un cuerpo de adulta pero una mente de bebé. Esta «resurrección» prepara el escenario para una odisea en la que eventualmente Baxter anima a su asistente Max McCandles (Ramy Youssef) a casarse con Bella, únicamente con la intención de mantenerla protegida. Sin embargo, a medida que la inteligencia de Bella se desarrolla y conoce la sensibilidad, los riesgos y el placer, siente curiosidad por el mundo más allá de su encapsulada existencia. Se escapa con Duncan Wedderburn (Mark Ruffalo), un abogado alcohólico y libertino que representa completamente al narcisismo, decidiendose a recorrer Europa y entender otras realidades.

La travesía comienza en Lisboa (Portugal), donde Bella tiene sexo por primera vez y descubre en este acto, lo más placentero que ha experimentado en su vida. A medida que pasa el tiempo, a Duncan le resulta más difícil controlar a Bella, quien en un barco se hace amiga de los pasajeros Martha (Hanna Schygulla) y Harry (Jerrod Carmichael), quienes le dan a conocer la filosofía, a más de permitirle conocer que en el mundo coexistimos con la pobreza y el sufrimiento. Pese a los intentos de Duncan de impedir su crecimiento intelectual, Bella continúa evolucionando, aunque se angustia cada vez que descubre que el mundo no es una plataforma exclusiva de amor, bondad y placer.
La actuación de Emma Stone como Bella es superior a todo lo que haya hecho antes, al mostrar cada una de las etapas de transformación de Bella Baxter: desde la ingenuidad e inocencia de una mente infantil hasta una mujer que es capaz de controlar su destino. Ver a Stone nos permite empatizar con las personas manipuladas y celebrar, por todo lo alto, su liberación. Aunque la competencia es bastante reñida, especialmente con Lily Gladstone muy de cerca en aspirar a ser la Mejor Actriz del 2024, no nos molestaría volver a ver a Stone subir al escenario del Dolby Theatre y celebrar su segundo gran rol actoral, uno radicalmente distinto a la romántica e idealista mujer que interpretó antes, en el musical La La Land.
Por su parte Yorgos Lanthimos, conocido por sus historias surrealistas, demuestra una vez más su capacidad para representar comportamientos extremos tanto en entornos futuristas como antiguos, una técnica que también es evidente en la historia de Poor Things, al igual que otros grandes éxitos de su filmografía como The Lobster, The Killing of a Sacred Deer y The Favourite. El contraste entre las confusas «verdades» de la humanidad y las expectativas sociales son temas recurrentes en su obra, y con esta película lo refuerza aún más, sin importarle alejarse de los argumentos demasiado serios o «lógicos».

Los planos largos situados en escenarios, vestuarios y diseños aesthetic dan como resultado una meticulosidad que realza la intensidad de las escenas, pero sin caer en las cursilerías ni exageraciones de películas como Barbie o cualquier historia de Wes Anderson. Particularmente, el que las emociones crudas de los personajes se hayan mostrado desde la locura, lo macabro, la frivolidad y también los arrepentimientos, hacen de Lanthimos un cineasta que aunque pueda parecer pretencioso, cuenta historias que carecen totalmente de cualquier rasgo de simplismo.
Pobres Criaturas es una celebración del verdadero feminismo, visto desde la fría y dura corriente filosófica del existencialismo. No es una película hecha para todos, ni family friendly, pues se permite desafiar a las mentes débiles y pensamientos conservadores, llevando al espectador a cuestionar las normas sociales que nos rigen día a día mientras nos anima a enfrentar nuestras propias percepciones o creencias sobre aquella utópica «libertad» de la que aparentemente gozamos. Todos, desde el momento en que llegamos al mundo fuimos como Bella, y transitamos un largo camino desde la inocencia hasta la inteligencia, la sensibilidad, el placer y la capacidad de hacer tanto daño como bestias salvajes sin control ni raciocinio. Por ello, la única interrogante que nos queda plantear es:
¿Cómo encontramos la verdadera libertad, en un mundo que busca controlarnos?
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