Zoey 102: nostálgico reboot y rarísimo reencuentro

Mario Xavier

17 de agosto de 2023

Zoey 101, recordada serie del canal Nickelodeon terminó su emisión tras cuatro temporadas en 2008. En su final, la protagonista adolescente Zoey Brooks (Jamie Lynn Spears) logró volver a ver a Chase Matthews (Sean Flynn), aunque se mantuvo la duda sobre si su relación prosperaría o no, tras tantas idas y vueltas. Esperamos quince años, para que las interrogantes puedan ser respondidas en la película «Zoey 102», secuela directa de la serie que estrenó la plataforma Paramount+ el 27 de julio, dejándonos claro desde un principio que los dos (como todo amor colegial) se distanciaron tras un viaje de verano a Hawaii.

Dirigida por Nancy Hower, el filme nos transporta al 2023, año en que la vida de Zoey se ha convertido en un desastre, tras cumplir 32. Como toda secuela de sitcom para adolescentes, el centro del argumento se enfoca en la soledad y angustia existencial de la protagonista ante su vida amorosa, pues tras haber sido la chica más popular del internado Pacific Coast Academy (escenario de la serie), hoy se siente incapaz de encontrar a un hombre decente con quien salir. Además, se ha convertido en la apática productora de televisión de un reality de citas llamado Love Island: Fully Charged, en que el abrumador exceso de trabajo la ha distanciado del mundo.  

Todo cambia cuando su antigua amiga del colegio, Quinn Pensky (Erin Sanders), quien ahora es una científica exitosa y respetada a nivel internacional, la contacta para ofrecerle ser la dama de honor en su matrimonio con el millonario heredero Logan Reese (Matthew Underwood), también un rostro bastante familiar para quienes vimos la serie original. La relación sentimental de ambos personajes, quienes comenzaron su historia de amor en la última temporada, logró superar los obstáculos de la vida y el tiempo, por lo que deciden organizar una celebración que a su vez se convierta en reencuentro con sus ex compañeros. Al mismo tiempo, nos enteramos junto a Zoey que, quien ha sido seleccionado como uno de los padrinos es el mismísimo Chase, su eterno amor adolescente, con quien no se ha visto en muchos años y que claramente alberga resentimientos y reproches hacia ella.  

Viéndose obligada a reencontrarse con sus viejos amigos y tras ser informada de que Chase, ahora convertido en un profesor de secundaria tiene una relación seria y posiblemente encaminada al matrimonio, Zoey decide impresionar a todos junto a Todd (Dean Geyer), un atractivo actor en busca de oportunidades en televisión, al que ella contrata para que se haga pasar por su novio, bajo la fachada de un rico neurocirujano australiano.

El reencuentro de los compañeros, tras un brevísimo resumen de lo que ha sido de sus vidas mediante fotografías y publicaciones en redes sociales evoca mucha nostalgia a los fans de las series teen de Nickelodeon, pero la interacción de todos los personajes fácilmente se ve eclipsada por un conflicto que gira en torno a un elaborado y oculto plan de Zoey para lograr asistir a la boda y al mismo tiempo, poder trabajar en el capítulo final del reality que produce, en el que su mayor problema son los caprichos del tonto pero muy popular concursante Jordan B. (Zach Zagoria), ofreciéndose así una ligera visión de madurez ante las nuevas circunstancias de la protagonista. Es más, la película no se censura en criticar al machismo dentro de los canales de televisión y a las falsedades de los realities de citas, donde todo se encuentra estratégicamente armado mientras el público ingenuamente cree en lo que ve. Adicionalmente, otra dosis de adultez nos golpea cuando se revela que la promoción de Zoey fue la última en graduarse del Pacific Coast Academy, pues poco tiempo después el internado cerró debido a un mediático escándalo de malversación de fondos y bajos estándares educativos (esto último nos queda clarísimo, pues esos chicos nunca iban a clases)

A pesar de esos cortos encuentros con nuevas realidades, el argumento vuelve a tornarse predecible y simple cuando, teniendo en cuenta que muchos de los personajes han evolucionado personal y profesionalmente, pero al parecer no han olvidado absolutamente nada sobre sus viejos días, pues albergan exactamente las mismas preocupaciones y conservan sus personalidades intactas. Resulta inclusive un tanto conflictivo ver en pantalla, la obsesión, miedos y culpa de Zoey por alguien con quien salió hace quince años y a quien parecería no haber superado en lo más mínimo. 

Zoey 102 apuesta netamente al fan service de quienes vieron la serie original (en su época, la producción más costosa de la cadena Nickelodeon), razón por la que poco a poco vemos desaparecer los conflictos adultos de la protagonista, dejándose de forma muy superficial su romance falso con Todd, así como sus vínculos con nuevos personajes. Lo que realmente importa a la directora es la interacción de ella con los antiguos miembros del elenco original, todos mayores y mejores actores, pero de cuyos demonios personales, luchas e inseguridades poco llegamos a conocer. Tampoco se nos aclara el futuro (aunque habría que ver si no se vienen secuelas o algún relanzamiento de la serie), pues hasta ahora todo quedaría cerrado y quizás la amistad de los personajes culmine nuevamente tras esta breve reunión.

El único propósito claro del argumento es que Chase y Zoey vuelvan a entenderse y eventualmente estar juntos, sin importar que sean personas distintas, que existan otras parejas en el medio y que no se hayan hablado en muchos años; por esa razón, el guion trata de convencernos con que la esencia de ambos sigue siendo la misma para poder recuperar el romance. Sin embargo, emergen dudas para cuando la boda de Quinn y Logan haya terminado: ¿esa relación va a durar o no? ¿Volverán a verse con los demás compañeros de nuevo? ¿Todo será como antes? Nada importa, solo pesa el que Zoey y Chase sean pareja otra vez, y es ese el punto más flojo del filme, puesto que si se hubiese contratado a actores distintos y se cambiaba los nombres de los personajes, fácilmente podríamos haber estado frente a una banal comedia romántica de bodas sobre una mujer adulta que aún no supera a su novio del colegio. 

A favor de la película, debo admitir que la dirección toma conciencia de su problema principal, pues en una de las escenas iniciales un personaje le dice a Zoey: «Es realmente asqueroso y molesto la frecuencia con que hablas de la secundaria», dejándonos claro que en un caso como estos, en la vida real, sería lamentable e inclusive preocupante la falta de evolución e incapacidad para afrontar la vida desde sus crueles complejidades. La química actoral entre Jamie Lynn Spears y Sean Flynn se conserva y ojalá pronto podamos verlos a ambos enrumbados en otros proyectos más exigentes (como ha ocurrido con varios de los ex actores de la serie que no retornaron para esta secuela), pues tienen el talento para hacerlo. También vale hacer mención al detalle de acompañar las escenas con una buena banda sonora, quizás una de las características más representativas de la serie original. 

Finalmente, debo elogiar con creces una escena en que los personajes regresan a las instalaciones abandonadas de Pacific Coast Academy, un detalle inmersivo efectivo y cruel a la vez, pues los fanáticos vuelven a saborear una pizca de su niñez mientras toman conciencia de que como espectadores también han evolucionado y que de gran parte del pasado, hoy quedan únicamente ruinas. 

Zoey 102 termina pareciéndose a una verdadera reunión con ex compañeros de la secundaria e incluso de la universidad: por un par de horas, se pretende haber vuelto a ser amigos de personas con las que se compartieron etapas cruciales de la vida, pero a las que no se volverá a ver después. En algún punto del reencuentro, surgirán arrepentimientos y cierta añoranza por los tiempos pasados, pero todo llega hasta allí: a los recuerdos. Épocas felices y sin preocupaciones viendo Zoey 101 un fin de semana por la tarde, sin tener que descubrir qué están haciendo esos personajes en la adultez, pues no es nada fuera de lo común.

Al igual que las tardías secuelas/relanzamientos de clásicos como iCarly, Sex and the City, Karate Kid, Full House, Willow, National Treasure, Gossip Girl o How I met your mother, Zoey 102 se siente demasiado inocente para sus fans originales, y poco innovadora para cautivar a un público nuevo. La nostalgia tiene éxito al principio, pero los reencuentros nunca son duraderos. Nada resulta más satisfactorio que una idea nostálgica que jamás logre materializarse en un producto simplón. 

¿Crees que la historia de Zoey ha llegado a su fin o próximamente sabremos más de ella?

Mario Xavier

Editor y redactor en Colapso Views. Comunicador social con experiencia en medios impresos, agencias de publicidad digital, asesoría política y docencia universitaria.
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